domingo, 23 de octubre de 2011

El placer y la felicidad

Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer.

Epicuro señala que existen tres tipos de deseos:
  • Los naturales y necesarios: Son las necesidades físicas básicas como; alimentarse, calmar la sed, el abrigo , lugar donde vivir,etc.
  • Los naturales e innecesarios: Son los que están en nuestra naturaleza pero no pasa nada si los satisfacemos o no, como; la conversación, el sexo,las artes,el conocimiento,etc.
  • Los innaturales e innecesarios: Son los que no están en nuestra naturaleza ni son necesarios, los cuales considera efímeros, esto quiere decir que son pasajeros, como; la búsqueda de la fama, del poder político o del prestigio.

 Epicuro habla de una virtud para elegir y llevar a cabo estos placeres; la prudencia.
Epicuro da algunas recomendaciones en torno a estos 3 tipos de deseos, las cuales son:
  • El hombre debe satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más económica posible.
  • Se pueden perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción del corazón, pero no más allá.
  • No se debe arriesgar la salud, la amistad, la economía en la búsqueda de satisfacer un deseo innecesario, pues esto sólo conduce a un sufrimiento futuro.
  • Hay que evitar por completo los deseos innaturales innecesarios, pues el placer o satisfacción que producen es pasajero.

También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre en dos entes diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:
  • Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos placeres y la búsqueda de la carencia de apetito y dolor corporal.
  • Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo, pues el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.


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